Sinohydro y Eximbank presentaron nueva propuesta de financiamiento de la obra
En las negociaciones, que durarán un mes, ya no se incluirán como requisitos del crédito que Ecuador entregue garantías reales para asegurar el pago.
Las nuevas negociaciones con el Eximbank de China para financiar la construcción del proyecto Coca-Codo-Sinclair arrancaron ayer, una vez que las autoridades decidieron continuar con el proceso.
La decisión se tomó una vez que la compañía Sinohydro, que firmó el contrato de construcción con el Estado ecuatoriano, en octubre de 2009, por un monto de $ 1.979 millones de dólares, presentó una nueva propuesta, conjuntamente con el Eximbank.
Ayer se conoció que entre las condiciones de la nueva propuesta de China ya no figura la exigencia de garantías reales para negociar. En la primera propuesta se planteaba que el Estado garantice con activos, entre ellos, la misma planta hidroeléctrica, para asegurar el pago del crédito. Esta fue la causa por la cual el presidente Rafael Correa resolvió cerrar las negociaciones con el Eximbank, el 17 de marzo pasado.
En la nueva propuesta también se plantea una tasa de interés del 7% por un crédito de $ 1.682 millones de dólares. Los $ 297 millones restantes aportará el Estado, del dinero entregado por Petrochina de la venta anticipada de crudo.
Parte de ese dinero ya está invertido en las vías de acceso al sitio de la obra, trabajos que concluirán este mes. Además, están listos unos $ 30 millones para los estudios definitivos del proyecto.
El plazo y los años de gracia para la cancelación del crédito del Coca-Codo se definirán durante las conversaciones, que serán lideradas por un equipo interministerial y los representantes de Sinohydro y del Eximbank. Otra de las condiciones es que la obra sea dirigida por ingenieros y técnicos chinos, a tal punto que unos 20 profesionales ya se encuentran en Quito, adelantando detalles para la ejecución de la central.
Con el reinicio de las negociaciones se deja también de lado la idea de separar el proyecto en dos contratos: el primero para desarrollar los estudios definitivos de la hidroeléctrica y el segundo para la ejecución de la obra civil e instalación de los equipos electromecánicos.
Un análisis de la Cámara de la Construcción de Quito señala que hacer por separado los estudios ahorraría al país alrededor de $ 667 millones. Este criterio parte del presupuesto elaborado, en enero de 2009, por la consultora Electroconsult, que determinó un monto de $ 1.313 millones de dólares para instalar 1.500 megavatios de potencia en la central Coca- Codo-Sinclair.
Hermel Flores, experto en electricidad, sostiene que con este monto se podría construir otra central hidroeléctrica en la vertiente del Pacífico, lo que sería muy importante para complementar la generación en el período de estiaje.
Además, si los estudios definitivos determinan que la capacidad instalada del proyecto sea menor a 1.500 megavatios, el costo del proyecto disminuiría.
Por ejemplo, según Electroconsult, la inversión en obras civiles y equipamiento para instalar unos 1.200 megavatios de potencia alcanzaría los $ 955 millones de dólares.
Flores considera que los estudios se los puede hacer en un tiempo de seis meses, con la participación de técnicos nacionales y de instituciones tales como Conelec y Cenace, que están a cargo de la planificación y manejo de la energía eléctrica. Lo cierto es que el país pierde $ 2 millones de dólares por cada día que se retrasa el proyecto.
Fuente: EXPRESO, versión digital, 28-04-2010
Las nuevas negociaciones con el Eximbank de China para financiar la construcción del proyecto Coca-Codo-Sinclair arrancaron ayer, una vez que las autoridades decidieron continuar con el proceso.
La decisión se tomó una vez que la compañía Sinohydro, que firmó el contrato de construcción con el Estado ecuatoriano, en octubre de 2009, por un monto de $ 1.979 millones de dólares, presentó una nueva propuesta, conjuntamente con el Eximbank.
Ayer se conoció que entre las condiciones de la nueva propuesta de China ya no figura la exigencia de garantías reales para negociar. En la primera propuesta se planteaba que el Estado garantice con activos, entre ellos, la misma planta hidroeléctrica, para asegurar el pago del crédito. Esta fue la causa por la cual el presidente Rafael Correa resolvió cerrar las negociaciones con el Eximbank, el 17 de marzo pasado.
En la nueva propuesta también se plantea una tasa de interés del 7% por un crédito de $ 1.682 millones de dólares. Los $ 297 millones restantes aportará el Estado, del dinero entregado por Petrochina de la venta anticipada de crudo.
Parte de ese dinero ya está invertido en las vías de acceso al sitio de la obra, trabajos que concluirán este mes. Además, están listos unos $ 30 millones para los estudios definitivos del proyecto.
El plazo y los años de gracia para la cancelación del crédito del Coca-Codo se definirán durante las conversaciones, que serán lideradas por un equipo interministerial y los representantes de Sinohydro y del Eximbank. Otra de las condiciones es que la obra sea dirigida por ingenieros y técnicos chinos, a tal punto que unos 20 profesionales ya se encuentran en Quito, adelantando detalles para la ejecución de la central.
Con el reinicio de las negociaciones se deja también de lado la idea de separar el proyecto en dos contratos: el primero para desarrollar los estudios definitivos de la hidroeléctrica y el segundo para la ejecución de la obra civil e instalación de los equipos electromecánicos.
Un análisis de la Cámara de la Construcción de Quito señala que hacer por separado los estudios ahorraría al país alrededor de $ 667 millones. Este criterio parte del presupuesto elaborado, en enero de 2009, por la consultora Electroconsult, que determinó un monto de $ 1.313 millones de dólares para instalar 1.500 megavatios de potencia en la central Coca- Codo-Sinclair.
Hermel Flores, experto en electricidad, sostiene que con este monto se podría construir otra central hidroeléctrica en la vertiente del Pacífico, lo que sería muy importante para complementar la generación en el período de estiaje.
Además, si los estudios definitivos determinan que la capacidad instalada del proyecto sea menor a 1.500 megavatios, el costo del proyecto disminuiría.
Por ejemplo, según Electroconsult, la inversión en obras civiles y equipamiento para instalar unos 1.200 megavatios de potencia alcanzaría los $ 955 millones de dólares.
Flores considera que los estudios se los puede hacer en un tiempo de seis meses, con la participación de técnicos nacionales y de instituciones tales como Conelec y Cenace, que están a cargo de la planificación y manejo de la energía eléctrica. Lo cierto es que el país pierde $ 2 millones de dólares por cada día que se retrasa el proyecto.
Fuente: EXPRESO, versión digital, 28-04-2010
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