El presidente de la Sociedad de Beneficencia de la Colonia China del Ecuador habla sobre su padre y de los años difíciles que tuvieron que pasar los primeros asiáticos que llegaron al país.
Foto: Carlos Yagual / Expreso
El descendiente. Alfonso Chum Jurado, quien fue presidente fundador del Instituto Cultural Ecuatoriano Chino, es el hijo del cantonés Hilario Chum.
“Lo que tengo aquí es una reliquia”. El doctor en Medicina Alfonso Chum Jurado abre su maletín, saca un pesado libro, un poco apolillado por el tiempo, y empieza a hablar de sus raíces.
Allí, en esos documentos de 1908, consta uno con el número 667, en el que está impreso el nombre de su padre, el ciudadano chino Hilario L. Chum. Era una especie de salvoconducto que le había otorgado Herman R. Dietrich, quien en ese entonces era el cónsul general de los Estados Unidos en Guayaquil.
En aquel papel, escrito en inglés, el funcionario certificaba que Hilario Chum había probado su estado “como súbdito chino” y que, en caso de necesidad, tenía el derecho a pedir la protección del gobierno norteamericano. Determinaba además que se le permita su tránsito libre y seguro en Ecuador.
El doctor Chum Jurado, quien tiene también un magister en Diplomacia y Ciencias Internacionales y es un especialista en Seguridad Nacional, descubrió aquellos documentos en el 2005, encartonados en la bodega de la Sociedad de Beneficencia de la Sociedad China del Ecuador, que actualmente preside.
Sabía que era una pieza importante de la historia de sus antepasados, pues estos papeles se emitieron luego de conocerse la persecución que sufría la comunidad china desde finales del siglo XIX.
El galeno conoce cada detalle de ese pasado, como que en 1889 el Gobierno de Antonio Flores Jijón emitió un decreto prohibiendo la entrada de estos ciudadanos a la República. Quienes ya estaban en el país tampoco la tenían fácil. “Si salían de aquí no podían volver y recibían tratos injustos y vejatorios”, cuenta.
En el libro, de páginas amarillentas, constan los nombres de casi un millar de chinos que residían en el país, específicamente un total de 964 personas. El acuerdo entre Estados Unidos, China y Ecuador, sirvió en esos momentos de salvoconducto y les permitió mejorar su situación.
Alfonso Chum recuerda que su padre, un cantonés que había sido comerciante y que se casó con una manabita, vio morir en ese periodo a tres de sus hijos y sufrió el deterioro de la economía familiar.
Al poco tiempo, en 1949, decidió levantar el negocio que tenía en Manabí y vivir de las rentas.
Pero parecía que la desgracia lo perseguía. Un hombre que tenía un negocio cerca de la casa de la familia Chum, al verse quebrado, incendió su local. El fuego contaminó los alrededores, acabó con su vivienda y hasta con los álbumes de fotos.
Por eso para Alfonso Chum, el doceavo de 13 hermanos, fue tan importante encontrar aquel libro con la historia de sus antepasados.
Reconoce que no vivió mucho la holgura económica de la familia, como sí ocurrió con sus hermanos mayores, y le tocó trasladarse a Guayaquil, donde estudió hasta obtener su primer título universitario, el de médico. Nunca quiso ser diplomático, pero estudió la carrera en su afán de mejorar su nivel cultural y de tener una visión más amplia del mundo.
Y en ese amor por las que fueron sus raíces, este hombre de 79 años que fue profesor en las universidades de Guayaquil y Machala, se convirtió en el presidente fundador del Instituto Cultural Ecuatoriano Chino, en 1975.
Ahora también preside la Sociedad de Beneficencia de la Colonia China en Ecuador, que se constituyó en 1908 y que fue el organismo base para lograr, en 1945, la abolición de las leyes antichinas. Sonríe cuando habla de su otra faceta, la de director de un informativo bilingüe llamado “El puente Chino-Ecuatoriano”.
Ahora su vida está dedicada a rescatar las costumbres y resaltar a los ciudadanos descendientes de chinos que han tenido una vida destacada.
A estas alturas ya ha perdido la cuenta de cuántos son. “Ya van por la quinta o sexta generación”, pues asegura que los primeros que llegaron a Ecuador, específicamente a la Costa, lo hicieron por el año 1870.
Fuente: "El Expreso", Martes 12 de Enero de 2010
2 comentarios:
Ud. es la persona que mejor me puede contar lo que ha venido sucediendo con nuestras familias que llegaron al Ecuador alla por los años 1890, me encuentro en Lima y sigo siempre la trayectoria de los chinos en Perú que recientemente han conmemorado los 160 años en Perú. Un placer conocerlo a través del blog, espero conocerlo personalmente cuendo vaya por a Guayquil, un abrazo fraterno mi estimado señor, se suscribe Georgina Guim.
HOLA
A MI TAMBIÉN ME GUSTARÍA HACER PREGUNTAS,ACTUALMENTE ESTOY BUSCANDO MIS RAÍCES CHINAS,HASTA EL MOMENTO SE QUE AL ENTRAR AL PAÍS SE LES PONÍA UN NOMBRE ECUATORIANO,Y PERDÍAN SU NOMBRE CHINO, EH PODIDO CONSEGUIR EL NOMBRE DE EUSEBIO JOSE SILVA, ERA MI BISABUELO CHINO Y TENGO FOTO DE 1902,EL SE DICE MURIO EN LA CHINA SE PRESUME DE MAKAO,PERO USTED DICE QUE TIENE UN LIBRO CON MAS DE 600 NOMBRES CHINOS QUE DATA DE LA ÉPOCA DE 1900,COMO PODRÍA YO SABER SI EL NOMBRE DE MI BIS ABUELO CONSTA AHÍ,SOBRETODO SI SE MENCIONA SU NOMBRE CHINO.
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